2021
Díptico fotografía
23X23cm cada pieza
Obra que surge a raíz de una reflexión a la que llego a partir de una experiencia cercana y familiar en la que una cosecha no da lo que se esperaba. Es más, genera pérdidas. La frustración de un padre que después de un año de trabajo no recoge fruto alguno.
Un padre que siente la carga de la responsabilidad y plena obligación de dar sustento a una familia. Y ahora, la culpabilidad de no cumplir. Y yo, hija, en conversación con él, hacemos por entender, y declaro desde el corazón:
«Otoño,
de cosecha perdida»
No siempre lo que se cuida
da el fruto que esperábamos.
No todo el esfuerzo nos da
lo que con él buscábamos,
pero si nos ofrece siempre un aprendizaje
y nos compensa de otras formas que nos cuesta más apreciar.
Nada sale como se espera.
Encontrar ejemplos de ello
en los detalles más mínimos
que nos rodean
es tomar consciencia de ello.
Aprender a través desde la posible calma.
Atender a detalles
que vuelven a recordar
los pequeños placeres
a los que es tan fácil acercarse.
Y no hacen más que recordarnos
la no eternidad, los ciclos, las estaciones,
los ritmos, el constante cambio…
y lo necesario de aceptarlo,
como algo inevitable y natural,
más si es algo
que no depende sólo de nosotros,
porque ni tenemos ni podemos tener
el control de todo.
Otoño,
de nuevos aprendizajes.
